Mi vida con Natalio iba bien pero había un problemilla...
Vaya por delante que estoy preparando una nueva entrada sobre cine y otra referida a un símil cuasi cómico que se me ocurrió hace unas semanas en el lugar y momento menos esperado que escribiré dentro de la categoría Notas desvencijadas, y que mi prioridad respecto al blog es inaugurar con prontitud tres nuevas categorías.
Regresemos a hoy.
Esta entrada es una continuación de la anterior, como se deduce de la primera línea. No hay premeditación alguna en estas dos entradas, no la hubo en la primera, que fue resultado de algo totalmente espontáneo por mi parte, ni lo hay en esta, surgida en su integridad con ocasión del devenir de los acontecimientos.
Regresemos a hoy.
Esta entrada es una continuación de la anterior, como se deduce de la primera línea. No hay premeditación alguna en estas dos entradas, no la hubo en la primera, que fue resultado de algo totalmente espontáneo por mi parte, ni lo hay en esta, surgida en su integridad con ocasión del devenir de los acontecimientos.
Tengo a Natalio conmigo fruto de una plegaria atendida con extrema celeridad. Hasta aquí todo bien y nada novedoso. Todos felices. Ahora bien, obvié comentar un pequeño detalle que hace que la materialización de esa plegaria no sea tan plena. Natalio no es de la raza que yo quería.
Es un detalle, ya digo que estoy satisfecho con el resultado; sólo con que mi deseo fuese oído me sentí un triunfador. Pero cuando escuchan tus peticiones una vez supongo que es complicado cerrar la boca y evitar formular una nueva. O intentar que la primera se vea cumplida en su totalidad. Así que comenté por ahí, en mi círculo, en casa, que Natalio no pertenece a la especie requerida.
Ahora, junto a Natalio, duerme Salvaora.
Tenemos chica nueva en la oficina, por así decirlo. Doble compañía, doble responsabilidad. He de decir que con Natalio era suficiente, pero ahora, con Salvaora aquí, delante, esa responsabilidad se hace felizmente asumible. Eso sí, mis labios quedan cosidos desde hoy. Palabra.
...Natalio, Salvaora y yo... ¡Esta habitación cada día es más pequeña!
1 paseantes:
Ayer Salvaora se cayó por la ventana...
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