Tanto
que contar en estos dos últimos meses, tantas ideas recibas por vosotros cuando
compartís vuestros sentimientos conmigo, que la entrada que en noviembre iba a
conmemorar el primer aniversario del blog ha quedado, por exceso de inspiración,
fusionada con el balance del año. Yo que
una vez me jacté diciendo que no soy de balances...
Comencé
este blog en noviembre, no importa la fecha exacta, con una poesía que sin
decirme mucho jamás me deja indiferente, que no es poco, y a partir de ahí, sin
dejarme llevar por la efervescencia de las primeras veces, fui publicando
pequeñas y grandes entradas. Estos
adjetivos no corresponden a la extensión de los textos publicados o a la
cantidad de visitas o halagos recibidos, con ellos me califico a mi mismo sin
tener en cuenta factores numéricos, tan exactos como poco favorecedores. Siento que ustedes no entren en mi baremo,
crean que les tengo en cuenta cuando escribo, pero hace años comprendí que este
ejercicio es para mí, este blog existe para demostrarme lo que puedo hacer y
para obligarme a seguir escribiendo, ningún dinero obtengo y ningún
reconocimiento busco más que el orgullo de ver el trabajo realizado.
Por
supuesto las cifras están ahí. Yo las consulto y dejan entrever cómo son
acogidas mis palabras o las palabras de otros que gusto en compartir con los
visitantes. Son 14 seguidores, más de 50
comentarios a lo largo de más de 35 entradas, y se han sobrepasado ampliamente
las 3000 visitas. Pero esto es
secundario. O terciario.
Repaso
el histórico de este sitio como capítulos de un libro observando la evolución
que han experimentado mis letras. El
hecho de poder hablar de progreso en
términos cualitativos es un éxito mayor que cualquier cifra. Inauguré este lugar tras un período necesario
de desintoxicación tras cerrar mi antiguo blog, que ya no existe, con el que
estuve disfrutando dos años hasta que llegó a quemar todas mis ganas,
tornándose el publicar en una rutina desmotivadora. Llegué forastero a esta casa oxidado de no
escribir y ahora cada baldosa que ustedes pisan, ojalá no dejen de hacerlo, me
pertenece, es una parte de mi. Pero
hablaba de capítulos, pues bien, si los ordenamos según el número de visitas
recibidas quedaría esta lista:
-Gattaca, persiguiendo un sueño.
-Criando malvas (Pushing Daisies)
-Videoclips no, videos caseros sí.
-Compartir tus sueños.
-Quiero tener
Creo
distinguir enormes diferencias entre mi anterior blog y el actual. Cuando comencé en este mundillo virtual
llamado blogosfera, preciosa palabra, fui imantado sin remedio por la idea de
crear un espacio oscuro y sombrío que invitara a la reflexión. Los blogueros fueron muy fieles, aunque no lo
sepamos nos gusta detener nuestro ritmo de vida y sentarnos a reflexionar un
ratito. Tras el período de descanso las
ganas de "bloguear" regresaron y tomó forma un proyecto más pop y
dinámico que el anterior, aunque sobrio como yo mismo, y con mucha más variedad
en la temática. Desde el primer momento supe que quería etiquetas para las
futuras entradas y hoy tengo diez, con lo cual el espectro de temas que Cosas
que cambiar me permite tocar es considerable, desde el apartado diario personal
de la etiqueta Notas desvencijadas al Poemario canijo pasando por Cine grávido
que tantas alegrías me está dando en estos momentos. Dudo que sea coincidencia que las dos
entradas más visitadas del blog sean críticas, si es que esa palabra es un
comodín que define aunque sea de soslayo a cualquiera...
Quizá
mi anterior blog se estaba transformando en Cosas que cambiar y yo en Argos,
pero no lo supe ver de tan hastiado como estaba. Quizá aquella rutina que
mantenía no se correspondía con mi realidad y yo ya era otro, alguien nuevo
escribiendo en el blog de siempre, las cosas de siempre y con la misma máscara.
Este
traje de piezas es el que quiero llevar ahora.
En este momento es lo que me apetece y siento que me queda bien y le
puedo sacar partido. Suelo ser mi mayor
crítico pero al mismo tiempo soy el primero en aplaudirme, me ha costado años
aprender a hacerlo y ha merecido la pena.
Sé que tengo que soltarme más para lograr que el blog sea tan personal
como pretendo así que confío en que la continuidad y la seguridad adquirida
escribiendo hagan que ello sea posible durante los próximos meses. Como dije
una vez en una vieja entrada que quizá vuelva a ver la luz en este sitio alguna
vez, me gusta escribir aunque hacerlo me resulta costoso, es posible que por
ello las mejores ovaciones que recibo provengan de las mismas manos que han
escrito los textos.
Cumpliendo
un año en activo comienza uno nuevo.
Soplando la vela y encendiendo nuevas entradas finaliza una parte del
camino. Mirar atrás es bonito en este
momento, hoy no es un acto cobarde ni nostálgico, continuar juntando letras en
este entorno intangible es una urgencia que con gusto calmaré. Eso sí, en las dosis que
me apetezcan.
5 paseantes:
Te veo tranquilo y a tu aire en este blog. Me alegra que las entradas que tú consideras mejores, no sean las más comentadas, ni que nos tengas demasiado en cuenta a la hora de valorarlas.
Realmente, la calidad tiene poco que ver con la popularidad; aunque no tenga por qué estar reñida con ella.
Te veo, además, con ganas de escribir, con inquietud para cambiar cosas. Son buenos cimientos para tus futuros textos.
Un abrazo.
Me ha encantado. Sobrio y natural. Espero que logres abrirte más como deseas y nos sigas ofreciendo grandes entradas para tu regocijo y el nuestro. ¡Enhorabuena!
Pues enhorabuena, por todo, por el cumple del blog, por el año nuevo, por el día de mañana.
Lo principal en cualquier empresa es ser feliz con lo que haces. Tener pasión. Tu lo haces, haces lo que te gusta y eso se nota en tus palabras. Felicidades por este año. Por mi parte, espero leerte muchos más. Y tan bién como ahora. Un abrazo amigo.
La actualidad manda y me veo en la agradable necesidad de actualizar el contenido de esta entrada.
Debido a la buena acogida de El año que fue la lista de las cinco entradas con más éxito del blog queda de la siguiente manera:
-Gattaca, persiguiendo un sueño.
-Criando malvas, pushing daisies.
-Videoclips no, videos caseros sí.
-El año que fue.
-Compartir tus sueños.
A los comentaristas ni besos ni abrazos, que este es lugar para La Palabra: Os quiero.
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