Son
años afanado en construir muros y cerrarme puertas con una constancia que haría
dudar a muchos de mi palabra. Al
principio errores de vida luego, con mi persistencia en el error, castigos
inmerecidos, o no. Como es evidente también ha sido un tiempo de
vetos y heridas abiertas a fuerza de chocar contra esas paredes construidas con
estas manos hasta convencerme de que ese no era mi camino y dar quince vueltas
para ubicar una ruta alternativa, o regresar al punto de salida. Avanzando a duras penas en mi propio
laberinto de claroscuros. Hasta que fui
arrollado por ti.
He
estado huyendo desde que he corroborado que esto que olvidé experimentar,
repitiéndome el falsario mantra de que estas cosas solo le pasan a los demás,
era real y me sucedía a mí. Ha habido
momentos en que este revuelo interno me hacía mal. El resto del tiempo simplemente andaba
desordenado. Aún lo estoy. Créeme si te digo que la falta de orden es tipo
de veneno para los de mi especie. Yo
aprendí mal la lección que versaba sobre la improvisación, soy una persona de
mapas, me gusta ser así, camino "agendado" y el desorden es algo ajeno
a mi vida, a veces reto, el resto del tiempo, sencillamente, penitencia.
En
cualquier caso lo que merezco es una paliza, unos puños mortales volando a mi
rostro una y otra vez hasta acabar como si fuera un personaje de esas historias
siempre inquietas que encuentro en el blog de Luis. La estoy esperando con las manos en la
espalda. Mi delito es haber creado espejismos bonancibles para vivir, un lugar
con aduanas difíciles de traspasar para todo aquello que estaba fuera, lleno de
espejos mentirosos e infestado de una enfermiza cordialidad. Es lógico que
ahora, con tu irrupción inesperada, caigan las cosas colocadas con primor en
las estanterías y se rompa la ilusión de vida. Todo cambia, hasta los ensueños.
Fuente fotos: http://juangavasa.blogia.com/2009/111101-muros.php
3 paseantes:
Me ha gustado la entrada. Mucho. Y me ha gustado ese guiño hacia mi blog, porque lo has metido dentro de un pedazo de tu vida y eso es un orgullo para mi. Palabras de otros en cosechas personales. Curioso.
He descubierto lo diferentes que somos. Por lo que leo, ese sentimiento de tenerlo todo siempre ordenado, ese guiño hacia un poco de anarquía, hacia ese desorden que esperas o quizás ya te ha llegado, yo lo he tenido siempre. Quizás demasiado. Por eso somos diferentes. Sin embargo todo lo afrontas, lo coges de frente y no te echas a un lado. Por eso somos tan iguales. No tengo nada de crítica hacia esta lectura. Al revés, agradecimientos es lo que te ofrezco. Ahora se un poco más de ti. Y de mi mismo. Saludos, amigo.
Esa primer párrafo no lo merezco. En serio.
Esa anarquía ya llegó y no la afronto, la asumo después de tanto volver la espalda, pero espero hacerlo. Me gustaría no haber tenido que matizar esto, pero ya aprenderé, ya verás.
Esta parte es la más mía. Luego vendrá algo más romántico, y quizá pasteloso, ya veremos.
Prefiero entonces esta parte. Desde que decidí que lo que hace peor al ser humano es el propio ser humano, huyo de azúcares, soy más de hiel.Un abrazo.
Publicar un comentario