Las grandezas teme, oh alma.
Y si vencer tus ambiciones no puedes,
con cautela y reservas síguelas.
Y cuanto más adelante vayas,
sé más observador, más cuidadoso.
Y cuando a tu apogeo llegues, César
ya;
cuando tomes figura de hombre famoso,
entonces cuida especialmente al salir
a la calle,
dominador insigne de séquito
acompañado,
si acierta a acercarse desde la
multitud
algún Artemidoro que lleva una carta,
y
dice apresurado "Lee esto
inmediatamente, son cosas
importantes que te interesan", no
dejes de detenerte;
no dejes de postergar cualquier
conversación o tarea;
no dejes de apartar a las variadas
personas que
te saludan y se prosternan ante ti
(las puedes ver más tarde);
que espere incluso el Senado mismo,
y conoce al instante los graves escritos
de
Artemidoro.
KAVAFIS