Te dejo en la puerta de la caverna.
Quieres que siga viendo en blanco y negro,
encadenada a una pared.
Aquí la única sombra eres tú
y las cadenas tus brazos.
Jugaste a Demiurgo,
pero mis ideas no se modelan
ni con cincel,
ni con martillo,
ni con gritos,
ni con órdenes,
ni con golpes.
Ni se encadenan con argollas en los dedos.
Pensarás que me tuviste atada,
que fui tuya.
Nunca entenderás que primero fui del amor,
después pasé a ser del miedo,
de la vergüenza,
del dolor.
Ahora con todas mis ideas brillando
soy simplemente mía.
ROCÍO MORALES MEDINA
5 paseantes:
Que es lo único que nunca debe dejarse de ser, uno mismo.
Gracias por pasar de nuevo por mi casa, me alegra verte de nuevo en la andadura bloguera.
Mucho ánimo al autor del blog, puesto que siemper podremos contar con él.......AR......jejejejej
Me pregunto para qué necesitamos unirnos a gente que no nos gusta, a las que necesitamos moldear a nuestro gusto para hacerlas nuestras.
Sería más sencillo escoger personas que nos gustan como son.
¿O será que lo que necesitamos es dominar a otros?
Fantástica liberación sentirse uno mismo.
Me gusta este romper las cadenas, desenlazarse de lo que ata y oprime. Una excelente exposición de libertad y personailidad.
No hay como ser una misma, y eso hay que defenderlo con uñas y dientes.
Besos!
Gaby*
sería un poema que elegiría (J?)naaaa...para el blog, me parece fuerte.
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